Las cosas se pueden decir a la cara, no pasa nada. No intentes disimular tus verdaderos pensamientos con respuestas ambiguas. Si quieres, quieres. Si no quieres, pues no quieres y punto.
A mí, por lo menos no me sentaría mal que me dijeran que no. Al contrario, me quita trabajo de encima y sé reconocer una causa perdida cuando la veo. Misión fallida, pues elijo otra y punto.
Por si no había quedado claro, esto va dirigido a todas las vaginas chicas del mundo.
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