Francamente, este blog era solo para hacer algo que hacía de pequeño en los campamentos a los que iba: Llevar un diario de lo que vivía para poder recordar tiempo después lo que sentí, ya que tengo un poco de memoria de pez para las cosas que me pasan que a lo mejor resultan importantes si las miro con detenimiento.
Y ahora, echando la mirada atrás, veo que he conseguido los objetivos que me marqué en el instituto: conseguir entrar en una carrera con una nota alta, medio-independizarme en una ciudad nueva, y conocer a gente afín con la que compartir pensamientos.
Aquí estoy, en San Vicente, haciendo Traducción en la UA, y saliendo cada tarde.
Una nueva fase se ha desbloqueando. Mi deber es aguantar hasta la meta final. Nuevas experiencias aparecen en mi camino. Yo soy el denominador común de todas ellas. Creo mi destino. Creo mi sueño...
Porque con sueño, sí se puede escribir.
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